La Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en marcha para esta semana una campaña de vigilancia especial con más controles preventivos de drogas y alcohol entre los conductores, sustancias que si se eliminaran podrían salvar 1.000 vidas al año.
Según recuerda Tráfico, doce de cada cien conductores se pone al volante después de consumir alcohol o drogas y, lo más preocupante, el 43% de los 557 fallecidos en 2013 sometidos al análisis del Instituto Nacional de Toxicología dieron positivo en sangre a alguna sustancia psicoactiva.
Por ello, y tal y como anunció la directora general de Tráfico, María Seguí, este verano se incidirá en los controles preventivos, ya que está demostrado que este tipo de vigilancia favorece el cambio de comportamiento de los conductores.
Así, hasta el domingo, los agentes de la agrupación de Tráfico de la Guardia Civil practicarán más de 25.0000 pruebas diarias de alcohol y drogas en todo tipo de carreteras y a cualquier hora del día.