La sorpresa anónima a un niño en el lugar donde aparca su bicicleta todos los días: ¡Ya tiene su propia plaza!
Sorpresas te da la vida... y a veces llegan de personas anónimas.
Eso debieron pensar la escritora Christie Dietz y su hijo de cuatro años cuando llegaron al lugar donde, cada día, el pequeño aparca su bicicleta en el centro de la ciudad alemana de Wiesbaden.La sorpresa consistía en que una persona anónima había colocado una pegatina en la farola en la que el niño aparca la bicicleta usualmente. Un distintivo emulando las plazas de aparcamiento, 'garantizando' así que este sitio es solo para uso y disfrute del pequeño. En efecto, esa pegatina, en la que se muestra una fotografía de la bicicleta del niño y una 'P', determina que esta farola se ha convertido en una plaza de aparcamiento privada, personal e intrasferible para el niño de cuatro años.
La historia ha sido compartida por la escritora en las redes sociales.Además, en declaraciones a BBC, Dietz ha asegurado que le ha conmovido que alguien anónimo haya llevado a cabo "una idea tan dulce y alegre". "Mi hijo está muy feliz", dice.