La Policía halló sangre en uno de los coches que habría usado el presunto pederasta de Ciudad Lineal
Uno de los agentes de Policía Científica que participó en las pesquisas contra Antonio Ortiz, presunto pederasta de Ciudad Lineal, ha manifestado, en la octava sesión del juicio que se está llevando a cabo, que se obtuvieron tres resultados positivos en la búsqueda de sangre en uno de los coches utilizados por el acusado para cometer sus fechorías. Tras esta comparecencia, ha declarado a puerta cerrada la madre de la niña agredida el 24 de septiembre de 2013.
En su intervención, el agente ha relatado que se encargó de la inspección ocular del vehículo Citroén Xsara Picasso de color gris en el que Ortiz habría trasladado a varias de las afectadas. La última de las niñas aportó un dato clave para llegar a este coche, manifestando que cuando estaba detrás oculta tras los asientos pudo ver un llavero verde que indicaba que el coche podría pertenecer a un concesionario.
Este hecho permitió reducir la búsqueda y facilitó el trabajo de la Policía, dado que limitaron las búsquedas a concesionarios y empresas de alquiler de coches. Así, llegaron a un concesionario de Fuenlabrada en el que dieron con el dueño del coche, que era amigo del procesado. Aquí confirmaron que lo usó entre el 20 y el 25 de agosto de 2014, cuando cometió la última agresión y una tentativa en Coslada. En concreto, el policía ha narrado que el coche se trasladó a las dependencias de la Brigada de Policía Científica situada en el barrio de Moratalaz. Se aplicaron dos técnicas forenses: la luz forense para localizar vestigios biológicos y el compuesto químico denominado Luminol para hallar sangre.