Cae una red de 300 chinos y 'call center' ilegales por estafa financiera e inmobiliario
Agentes de la Policía Nacional están deteniendo desde primera hora de esta mañana a decenas de ciudadanos de origen chino por participar presuntamente en una organización dedicada a estafar a compatriotas ubicados físicamente en el país asiático. La macro operación, desarrollada en varias localidades de la periferia de Madrid, Barcelona y Alicante, es la respuesta de la Policía a la petición de actuar efectuada por las autoridades chinas –que dirigen la investigación desde allí- vía comisión rogatoria.
En concreto, los agentes españoles han registrado una veintena de chalés en las mencionadas poblaciones. Los inmuebles servían a los miembros de la organización tanto para dormir como para vivir e incluso 'trabajar'. La trama había establecido en cada casa unos 'call centers' que utilizaba para cometer sus actividades delictivas. En concreto, los operadores llamaban a través de terminales de voz IP (vía internet) a ciudadanos chinos, se hacían pasar por policías y les advertían sobre los peligros de la delincuencia económica, les telefoneaban varias veces más y al final lograban convencerles de que por seguridad tenían que transferir su dinero a una determinada cuenta. En ocasiones, también vendían inmuebles que no existían y conseguían que sus víctimas les ingresaran una cantidad en efectivo.
El país más poblado del mundo con más de 1,3 millones de personas se encuentra inmerso en un boom inmobiliario provocado por la caída de las bolsas –que provoca que los inversores busque el ladrillo como refugio (y los incentivos fiscales que ha aprobado el Gobierno de Beijing, que facilitan la compra de inmuebles). El precio de la vivienda está alcanzado revalorizaciones récord que en algunos casos superan el 50% de un mes para otro. La locura ha hecho que haya promociones en la capital china que venden todos sus pisos en un solo día a pesar de que sus precios (más de 10.000 euros el metro cuadrado) no son precisamente los más atractivos.