La A-5, de autovía a calle: limitación de velocidad a 50 km/h, carril bus, radares y más semáforos
Menos coches, mejores accesos y un mayor control del tráfico. El tramo de la A-5 comprendido entre el barrio de Batán y la avenida de los Poblados va a ser objeto entre 2018 y 2019 de un proceso en el que esa parte de la autopista -que va por dentro de la ciudad- se convertirá en vía urbana.
El Ayuntamiento de Madrid todavía está trabajando en el proyecto definitivo, pero las primeras medidas irán encaminadas a dar prioridad al transporte público, aumentar el número de semáforos, reducir el límite de velocidad adaptándolo al de las vías urbanas y vigilar el tráfico con la instalación de radáres.
Estas primeras medidas se desarrollarán en varias etapas en las que se llevarán a cabo las acciones puntuales que este martes aprueba el Ejecutivo municipal. En lo que queda de año se afrontarán la mayoría de las reformas, que afectarán al distrito de Latina y en menor medida al de Moncloa-Aravaca.
Lógicamente, todas estas medidas irán acompañadas de una reducción ellos límites de velocidad máxima, que se situará en 50 km/h. En todo el tramo, uno de los carriles se dedicará a carril bus en el sentido de entrada a Madrid.