Un guardia civil recibe una multa de 3.000 euros por disparar a las casas de sus vecinos
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a pagar 3.000 euros a un guardia civil que, en octubre de 2014, disparó indiscriminadamente contra las casas de sus vecinos en el barrio de Tetuán sin lograr herir a nadie.
Hasta cinco disparos impactaron en distintas casas de vecinos de Jon Baptiste M., un guardia civil en situación de baja y, en aquel momento, bajo los efectos del alcohol. El agente utilizó su arma reglamentaria, y se enfrentaba a una pena de cárcel por homicidio imprudente solicitada por la Fiscalía de la que finalmente ha resultado absuelto.
En la sentencia, el tribunal impone una multa de 3.000 euros por un delito continuado de daños con el atenuante de alteración psíquica por su fuerte dependencia al alcohol, que según el tribunal "afectaba de manera grave a su capacidad de conocer y querer".
El reo reconoció esta circunstancia en el juicio y añadió que había tomado una dosis de antidepresivos mayor que la que le correspondía, lo que causó que "se le fuera la cabeza".
Los agentes que le vieron poco después del incidente le describieron como "raro", "confuso", "aturdido" y "fuera de sus cabales", lo que apoya el diagnóstico de un perito judicial que adujo que el agente padece "un trastorno de ideas delirantes".